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domingo, 23 de diciembre de 2012

Holy Motors: función especial.



El Paraíso Perdido en Limousine.

Emoción ante lo imprevisto.
El patio de butacas estaba a reventar esa noche, y con inusitada expectación. El actor se asoma tras el público en estado catatónico.
Esta nueva función, nunca antes vista, ha sido alabada en prestigiosas revistas culturales. Críticos de prestigio han ensalzado sus cualidades técnicas y argumentales.
Entre ellos, le alabamos el atrevimiento, en Cinecomio.

La función está a punto de comenzar de nuevo.
Creemos que, es de obligada revisión una segunda vez.


Se abre el telón, y un silencio profundo destaca, como siempre debe suceder por respeto a los artistas en el escenario.

La Creación está a punto de comenzar.
Una figura enjuta, pero poderosa se hace cargo de la escena. Todo va a girar en torno a él. Por medio de la mujer y la música. En una banda sonora sorprendente y activa con el guión del film.
Monsieur Denis Lavant, es el protagonista omnipresente en esta sagrada y mística obra llamada Holy Motors, en evidente referencia motorizada y sagrada.

Además su director es particular por su trabajo. Así que guarda silencio en su palco, observando reacciones de un público, sin duda, algo especial.
A través, de una pared acceso a un nuevo mundo. Un ser anodino y consumido por los excesos, se ve inmerso en una sala de espectadores pecadores y custodiada por Cerbero.
Su trabajo diario, extraño pero fascinante, le espera. Se despide de su familia, hoy.

Leos Carax, se debate entre seguidores y detractores, y aunque desata la polémica a su paso, el poder de su aspecto visual no deja indiferente a nadie. Su imaginación desbordante, ya que el director galo es también propietario de su cuidado guión, le proclama uno de los artistas cinematográficos más impactantes del panorama actual.

El público se ha dividido (cosa lógica en pensar de antemano). Carax lo ha conseguido, nadie va a quedar indiferente, reacciones se dirimen en combate ante el poderoso rugido de este "motor", mas con una carrocería a prueba de balas.

ENTREMESES:












Lavant se convierte en un pequeño e inquietante jefe de ceremonias. Un anciano como un lisiado Matusalem (bien pudiera ser el mismo Dios), es ignorado por los transeúntes.
Denis se maquilla, se viste con disfraces y desnuda en cada escena. Vive la vida de los otros, teatralmente.
Su interpretación está sobrevolando la genialidad, y desde luego, una de las más brillantes e importantes de este año en el mundo cinematográfico. Incluso debería estar cerca de la fábrica de los sueños de "Holy-wood".
Su presencia es arrogante y fuerte. Como un diablillo cojuelo en el imaginario bosque urbanita de una noche de verano. Hemos acabado ya con los bosques, se pregunta.
Un paseo por las edades de la mujer, y sus problemas en las sociedades antiguas y actuales.

La representación ideada por Carax, nos dará una vuelta por los 7 pecados capitales (remarcado en el peor de ellos según la tradición, la soberbia). Además, de un caracter reivindicativo de la condición femenina, aunque dejando una libertad a los espectadores para formarse una idea no predeterminada de lo que observan.

1er. ACTO:

Céline, interpretada por Edith Scob, es chófer y parece la única confidente.
Monsieur Oscar, con piel elástica y acrílica (MoCap), se adentra en el nuevo mundo creado.
Dominado por la ira y la lujuria.
Encontramos elementos de la Divina Comidia de Dante, como si nuestras vidas se dirigieran al descenso infernal.
Todas las amenazas son reales en Holy Motors. Los comportamientos del ser humano son preocupantes.
La violencia y el sexo nos golpea desde mundos descafeinados, mundos audiovisuales desnaturalizados.
Los avances tecnológicos nos aislan, alcanzan a cualquier individuo independientemente de su sexo o edad. La fría relación con la máquina. Sexo rápido y con contactos digitales en las manos, con tactos cibernéticos. La lujuria tecnológica desatada en un Apocalipsis divino, entre monstruos, uno macho Behemot y hembra o Leviatán.

La ira puede envolver un día cualquiera un cerebro debilitado, apasionamiento por la guerra y las armas, que devuelva a los usuarios carácteres confusos. Los canales de Tv, films ultraviolentos y video-juegos sangrantes con conexiones neuronales catatónicas. El diablo llama a las puertas del infierno, en mundos estereotipados y falsos.
Dante´s del averno digital.

2º ACTO:

Este nuevo acto, nos muestra a un Sr. Óscar amenazador, glotón y violento. Todo lo devora en sus zancadas firmes, como un Fausto desenfrenado y controlado por la bajeza del diablo. Un descenso a los infiernos, trastoca su apariencia y de famélico, pasa a la superioridad de una inmortalidad errónea. La burla del diablo.

La gula del devorador de cosas, de la fagocitación del consumismo. Luego, la gula se transforma en lujuria. Y quizás mas importante aún, en soberbia. Es un camino desenfrenado hacia la destrucción del hombre.
El apetito del infierno, insaciablemente devora con los ojos. Los sentidos abotargados por la belleza enfatizada de una mujer afamada. La crítica a la búsqueda de la libertina fama.

Denis Levant se desnuda ante la idealización inalcanzable, y así se queda frente al público. En un acto de concepción divina, frente a la virgen sin mácula. Como un rapto de Hades (Dios del inframundo o Plutón en la mitología romana), para la procreación.
Desnudo frente al patio de butacas concentra toda su atención en la erección del miembro y los ojos de una mujer velada.
La figura de la religión tapando el cuerpo y la personalidad femenina.
Después del sexo cibernético frío, emerge la mujer y la ocultación de su cuerpo frente a la desnudez del hombre, en un claro acto de imposición de la carnalidad.
Cuando la libertad de elección es anulada, se quiebra el derecho inalienable de cualquier mujer a decidir su propia vida y como vivirla.

Algunos machos ven un enorme atractivo y morbo en esta cuestión. Sin embargo, las imposiciones masculinas rechazan el acto público de la desnudez de la mujer. Se representa con vestimentas impuestas por la superioridad mal entendida.
Por tanto, el hombre queda dormitando en el regazo cubierto, soñando con sus propios deseos reprimidos. Es la procreación sin contacto.

3er. ACTO:

Dos pecados capitales viajan de la mano en la siguiente escena. Todos los deseos humanos se camuflan en la exhibición de aquello que no somos. Las apariencias de la avaricia y el defecto de la envidia.
Son los disfraces impuestos por la sociedad, nos maquillamos para aparentar lo que no somos, y tal vez, nunca llegaremos a ser. Como si fuéramos los actores de nuestras propias vidas teatralizadas.

Toda esa imaginería estereotipada del convencionalismo social. Querer parecernos a los tipos generalizados, a la idealización de nuestros mitos o semejantes poderosos y bellos.
Imágenes falsas de nosotros mismos, el yo mata a nuestro otro yo. Así como, Caín mata a Abel por envidia.

Esas apariencias físicas idealizadas a través de operaciones estéticas sin justificación, por desear tener los mismos rasgos de nuestros ídolos. Desdibujando nuestra propia personalidad. Pero, la cirugía estética del alma es imposible de cambiar.

4º ACTO:

La educación y el maltrato psicológico de la mujer-niña.
Un padre debe proteger al indefenso. Las edades más tiernas son complicadas en una sociedad como la nuestra actual. Se impregnan de experiencias de vida, que pueden resultar catastróficas para la mente en la edad adulta.
El castigo es vagar con una pena eterna. Y siendo, mujer más difícil por los convencionalismos del machismo.

ENTREACTO: Desde los tiempos de las representaciones teatrales en la antigüedad, el intermedio se amenizaba con actuaciones musicales o cómicas fuera de la obra principal. Leos Carax está dispuesto a amenizarnos la espera con música, de manera sorprendente y yo me muestro agradecido por ello.
Mr. Lavant se viste de música ambulante, en templo sagrado. Coge su acordeón y forma un coro circulante que interpreta un tema magistral y mágico.

"Let my Baby Ride" by Doctor L (RL Burnside Cover)- Holy Motors B.S.O.


5º ACTO:

Al salir a la calle, sin maquillaje, nos hallamos con la inmoralidad.
Los hombres poderosos que manejan el dinero de todos, con la avariciosa intención de acaudalar montañas. Talantes fraudulentos y engañosos a la vista de todos. Con la mentira como medio para enfundarse en trajes y lujo. La muerte del banquero a manos de un asesino o terrorista coronado de espinas.
Es lícito conseguir así la libertad... ¿un acto terrorista puede estar justificado? ¿la libertad conseguida con manos ensangrentadas, es justificable?. No, pensamos.

La ira no puede nunca ser buena consejera. Las tendencias irascibles del hombre no perpetran un camino a seguir, y desde luego, no sería lo más representativo de una divinidad. El hombre irascible está expuesto a los fantasmas de la inmoralidad absoluta, el quitar la vida de otro hombre nos convertiría en demonios.

Por contra, si no actuamos contra los actos de inmoralidad y corrupción, nos daremos de bruces con otra de las consecuencias de la inactividad social. La pereza.

6º ACTO:

Un ser perezoso, con ínfulas de grandeza. Deseando posesiones de aquello que no le pertenece y envidiando a los demás. Seres depreciables y desairados andando entre la confusión de la sociedad actual. Con los designios de los dioses y ángeles caídos, especulando sobre nuestros actos terrenales.
Mandamases en la oscuridad muy humanos. Nos vigila el Gran Hermano.

El argumento de esta representación tiene la potencia de las obras vivas, transpiran y se dilatan en nuestra mente. A algunos le parecerá algo rebuscado, pero quién dijo que el arte debía ser fácil.
El actor tiene su fuerza en los personajes que representa, se impregna de ellos. En cambio, el realizador no se decanta por tomar partido directo. Los testimonios son un escaparate, para que la encarnación de las bajezas se refleje en los ojos perfilados del actor.
Cuando llegue el momento de recabar decisiones, seremos los diferentes públicos quienes lo haremos. Si los hubiera...
El mal está ahí fuera, ¿debemos actuar o quedarnos a contemplar extrañados?.

Sin embargo, no hay enjuiciamiento en Holy Motors. El vigilante invisible toma decisiones por nosotros y nos afectan diariamente. Nosotros nos creemos inmortales, cuando Lavant representa su muerte, en la piel arrugada de Mr. Vogan.
La soledad del anciano, cansado y enjuto, aunque tranquilo. Sus cuerpos no les pertenecen representados en la escena, y menos en la extrema unción.
No sabemos a ciencia cierta si por la reencarnación, la existencia del alma o la resurrección. La felicidad no terrenal, expiación de los pecados ante la bella "ángel" de la muerte.
Cuestiones éstas, demasiado soberbias para pobres mortales, como yo.

7º ACTO:

Sin duda, los animales no tienen estos comportamientos tan incívicos con otros congéneres de su propia especie. Difícilmente atacan a sus crías, como nosotros.
La muerte o abandono de un niño o neonato son decisiones que nos separan de ellos. Un peso demasiado fuerte para una azafata, y un castigo en su alma estrellada.
Ideas que naufragan entre el sentimiento de culpa, el asesinato y el suicidio, desde tejados confabulados con el buen "Samaritaine".

Por último, una despedida inusual e impactante. Música para simios o chimpancés subiendo a nuestras casas, cansados de representar toda la podredumbre que nos rodea. Aquellos ancestros naturales de la evolución, chocan con la teorías bíblicas de nuestra aparición en la Tierra.
Es la teoría de la involución humana (sugerida por Kubrik en su Odisea Espacial).

Los animales como una parte de nuestra familia, una cuenta regresiva en la evolución humana. Una vuelta a los orígenes. Representado visualmente por una metafórica conciencia natural.
Si amamos y respetamos a todos los seres vivos, alcanzaremos un estatus más elevado y seremos más felices.
Desactiva esa pereza innata, demostrando el deseo y amor por la conservación animal. Ellos, no lo harían... siendo como ellos, formaremos parte de la creación divina.

Gérard Manset - Revivre (B.s.o. Holy Motors).


POSTDATA:

Ángel vengador o actor comprometido, el Sr. Óscar no se esconde de la actualidad ni del horror del comportamiento humano. En un recorrido tintado (pero dando la cara) por un París de Sodoma y Gomorra. Sacando a relucir sus inmundicias sociales.

Viaja bajo la comodidad del poder, y su función ha sido mostrar los males de la sociedad, en nuestras calles místicas y comportamientos pasotas, sólo observando como pasajeros en lujosas berlinas. Espectadores pasivos de la representación de Holy Motors.
Una invasión de cadáveres motorizados. Soberbios aparcados. Religiones a parte.

Denis Lavant ha sido el representante terrenal, una actuación cautivadora y fascinante. Los espectadores se quedan sentados pensando, auténtico visionado. Pensar.
Es o no necesario. Así sea.

Shostakovich Symphonie 4 - Largo - Marche funèbre / Funeral March.


***** Excelente *****

Holy Motors - Daft Punk / Prime Time of Your Life

miércoles, 19 de diciembre de 2012

OS3: Nosotros tres.

















Soñadores en Brasil.

Un trío.
Siempre ha sido un número típico de historias cinematográficas y literarias. Produce en las pantallas una atracción por los líos y problemas. Como la vida misma.
Un trío, también tiene otras apreciaciones, por ejemplo, el morbo.

Cuando en una relación "amorosa", existe o aparece un tercero, el escándalo o el morbo pueden estallar en múltiples derivadas. El tercero es sin duda, un invitado a la fiesta, un elemento hostil o un voyeur.
En el caso de la película brasileña dirigida por Nando Olival, es partícipe de una relación consensuada por todas las partes. Incluída el sexo.

Lo normal sería que en un triángulo afectivo, destaquen en el cine los celos, la deshonra y la sangre, sobre todo eso, el crimen. Muchas películas toman partido por la violencia de género en los procesos compartidos por tres, sin embargo, no es el caso de Nosotros 3.
En ella, los personajes principales conviven y comparten entre las mismas cuatro paredes, por convencimiento o por convenencia.

Ciertamente OS3 entronca con el film de Bernardo Bertolucci, The Dreamers (Soñadores), y sus actores principales Michael Pitt, Louis Garrel y Eva Green, tienen más relevancia pero el mismo cariño por parte del público que Gabriel Godoy, Victor Mendes y Juliana Schalch. Salvo que bastante menos cartel, ya que hablar portugués cierra muchas puertas.
Siempre reconociendo por mi parte que, enamorarse de Eva Green fue un impacto en Soñadores.

Si bien Soñadores contaba una historia de un triángulo sexual y libertino, dentro de un ámbito revolucionario y comprometido, en el que los tres personajes comparten cama, ideas e ilusiones. Sueños de seductores.
Bertolucci desnudaba a sus personajes, con un guión de Gilbert Adair que nos recuerda a épocas de libertad sexual, de ideología hippie (con una banda sonora poderosa con nombres como Janis Joplin, Bob Dylan, Eric Clapton, Jimi Hendrix... casi nada).
Una época revolucionaria del 68 francés, dónde se descubrían películas de culto entre los jóvenes universitarios parisinos. Aquellos genios ocultos y tapados bajo capas de recesión económica y espiritual. Y el grave problema del paro.

Por contra, el director Nando Olival (ayudante y co-autor de su compatriota y amigo Fernando Meirelles), encontramos esos paralelismos de juegos sexuales que Soñadores, entre camas y cámaras de cine. Momentos grabados por voyeurs para voyeurs.
Destacando la reinterpretación de los sentimientos en una especie de Gran Hermano, para sorprender al espectador. Y una guapa y joven protagonista Juliana Schalch, de belleza distinta a Eva Green, pero con igual atractivo.
Dos mujeres de dos épocas distintas, unidas por sus deseos y experimentaciones, en busca de un futuro mejor. Compartiendo sin rubor sus momentos amorosos que les permitan crecer personalmente.
Por el contrario, ambas no interpretan de igual forma las reglas ni participan en las mismas batallas, y por ello, no pagarán las mismas consecuencias vitales.

Si es cierto que todo en la vida tiene un precio... ¿todo se puede comprar o vender?. Incluídas las emociones o vender la vida privada y sexual.
Viendo programas de televisión, no cabe ninguna duda. En estos tiempos revueltos, si las circunstacias lo determinan, los partícipes en el negocio venderán su alma, a cambio de su amor morboso y sexual.
Los sentimientos y las atracciones sexuales de cualquier signo, se camuflan en la sucesión de escenas, compartidas en un secreto a tres bandas. Excepto, cuando Nosotros 3 se fija en el dinero. Aquí cambia todo.

Con tríos como Nosotros 3 (o Soñadores) pareciera que los celos no existen.
Tríos de ases corazones, al rojo vivo.
Triángulos de amor y sexo bizarros.
Sueños de tres.

*** Buena ***

Trailer de Amor es todo lo que necesitas (Dinamarca), de Susanne Bier. Reparto: Pierce Brosnan, Kim Bodnia, Paprika Steen, Trine Dyrholm, Sebastian Jessen.


Teaser de El Cuerpo (España), de Oriol Paulo. Reparto: José Coronado, Belén Rueda, Hugo Silva, Aura Garrido, Juan Pablo Shuk, Cristina Plazas.


Trailer (v.o.) Más allá de las Colinas (Rumanía), de Cristian Mungiu. Reparto: Cosmina Stratan, Cristina Flutur, Valeriu Andriuta, Dana Tapalaga. Mejor guión y actriz, en Festival de Cannes 2012.

Tres años después de su presentación en el mundo, por fin, se estrenará en España. Blue Valentine, de Derek Cianfrance. Reparto: Ryan Gosling, Michelle Williams, Mike Vogel, John Doman, Ben Shenkman, Liam Ferguson, Maryann Plunkett.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Margaret: una historia nada convencional.



Anna Paquin vuelve al cine de calidad.

Pareciese que Margaret fuera un título tuviera un cierto aire nobiliario e histórico. Pero, esta Margaret del film, siendo noble y valiosa, no tiene nada de lo segundo. Más al contrario, se trata de una historia bastante actual. Y distinta.

Así, nos hallamos con un argumento que se desarrolla en el actual y caótico New York. Realismo a golpes de conductores y transeúntes, a través de una red de miradas y de luces intermitentes, rojas y anaranjadas, pasos a un verde engañoso. Un bosque de señales y un hervidero de vidas.

En cambio, cuando las miradas se encuentran en un eterno despiste, sí, un mero abrir y cerrar de ojos. Una petición visual o una coquetería. La rutina se detiene en un sorprendente y tremebundo caos de silencios.
Un parpadeo que juega con el destino. Nuestras cegadas y hastiadas pupilas se congelan en una visión del horror. Así, prevalecerá nuestra visión del infierno en nuestras descuidadas vidas.
Todo puede cambiar para siempre en un segundo.

Margaret, por tanto, es un film sobre la culpa.
Sobre el peso abrumador de la conciencia humana, y la pérdida de la inocencia a través de la realidad cambiante. Sobre el traumatismo del ser humano con su conciencia para el resto de su vida.
Ya puedes considerarte una persona fuerte e inquebrantable de carácter, con una de esas personalidades a prueba de choques emocionales. Un hecho como el relatado de Margaret es capaz de desestabilizar todo tu mundo. Y el de aquellos que te rodean.

Cuando el peso de "esta" culpa te aprisiona el pecho, las imágenes se agolparán como cromos del terror en tu cerebro en la noche. Tanto que tu familia y amigos pueden pagar las consecuencias de tu estado. La ira.
Además, si te consideras aún lo suficiente joven para la desestabilización, como lo es el personaje principal de la película, el golpe puede ser aún peor. El papel interpretado magníficamente por la reaparecida Anna Paquin (vuelve por sus fueros como buena actriz), realiza una interpretación repleta de contrastes.

A través de sus cambios de estado, viajamos por una pesadilla interior. Anna se disfraza de un abanico de atractivos y sensuales gestos, y de la introspección de un ceño satisfactoriamente guiado a la cámara.
El director Kenneth Lonergan retoma la dirección tras un receso de más de 10 años, tras su anterior y único film hasta entonces, Puedes contar conmigo. Y lo hace con pulso firme y un guión que crece en tensión durante todo el film.
Suma a la cinta valor, un reparto bien seleccionado y compuesto por nombres conocidos como Matt Damon, Mark Ruffalo, J. Smith-Cameron, Matthew Broderick, Jean Reno, Kieran Culkin, Allison Janney y Olivia Thirlby. Calidad.

Pero, ¿puede una realidad casual hacer tambalear tu futuro?. Quién lo duda.
Un hecho fatídico.
Abogados sin escrúpulos.
El dinero en boca de todos.
La insoportable levedad de la juventud.
Perdida.

*** Notable ***

Nico Muhly - Margaret Soundtrack.


Trailer Behind The Candelabra, by Steven Soderbergh.


viernes, 30 de noviembre de 2012

Unforgiven: El Sol del Crepúsculo.



Con Eastwood renace el Western.

Hace ya tiempo, algunos años olvidado en la memoria, el Oeste parecía decrépito y desgastado. Mas, sólo algunos maestros, podían quitar tanto polvo acumulado en el cuero de sus botas.
Desde aquella trilogía de Leone, habían pasado 26 años (para nosotros ya sumarle 20 tantos más, por favor) y crea un universo con aroma a áquellos films de sus inicios como actor. Pero, también a los más consagrados dioses del Western, como John Ford o Howard Hawks.
Comenzaré un relato, a modo de homenaje. Para Unforgiven y Mr. Clint Eastwood.

La figura del viejo pistolero enmarcada en una rojiza y perenne puesta de Sol, podría ser el comienzo o el final de una historia de antiguos héroes y villanos en el salvaje oeste.
El cawboy va desapareciendo recortado en la lontananza a lomos de un caballo enardecido por sus brillantes espuelas. Pasará del amanecer sin destino al crepúsculo de un film inmortal.
Clint Eastwood vuelve a ser ese vaquero que desaparece en el ocaso en un western crepuscular como pocos, en busca de un nuevo amanecer en su vida.
En el caso de Sin Perdón, intentará retomar las riendas desbocadas de su familia.
El rojo Sol será la señal de un nuevo día y futuro mejores.

Además, todo ello toma una envergadura de misticismo cinéfilo.
Un rostro curtido y cortado por mil batallas frente al desierto y la cámara, la figura resaltada de una elevación física y facial sin oposición, y de una interpretación al alcance, únicamente, de los más grandes en el género.
Clint Eastwood, volvió para quedarse con el público e idolatrarle como actor-director en estado de gracia absoluto.

En fin, un pistolero surgido de charcos de sangre en el pasado que ha terminado con sus huesos fatigados en charcos de fangos en la granja de sus sueños.
Un asesino de mujeres y niños que mutó a dominador de puercos manchados de inmundicia, siempre ocultando los primeros caídos en el antifaz del alcohol manipulador.
Sin embargo, la edad no perdona y las caídas de estas monturas encabritadas, pueden devolverle como anciano imperdonablemente justiciero.

Mientras el pequeño ganadero William Munny, en las polvorientas llanuras de Wyoming, dedica su esfuerzo a sacar adelante su parcela y alimentar las bocas de sus vástagos huérfanos de madre, en la ciudad de Big Whiskey (antes lejana por la inminente llegada del reluciente ferrocarril), un cuchillo cobarde corta la carne de la lujuria.
La lucha del irracional machismo por la posesión de la mujer, a cualquier precio, esta véz no quedará sin perdón.

Un grupo de prostitución, mujeres como casi siempre, no permitirán que la vulgaridad y el salvajismo campe a sus anchas por la ciudad.
Como posesión, ellas tendrán algo que dilucidar de su futuro.
Y esto es, la venganza.
La ilusión de un dinero que podría suponer un nuevo comienzo, llegará a los oídos de viejos vengadores empolvados en el camino del Oeste. De aquí y allá, se deslizarán los revólveres, a caballo animal o de vapor.
Y nuevos trovadores, paparazzis de la época, se encargarán de contar las últimas hazañas o actos violentos (sin más), plumas y balas brillando en las páginas de periódicos y libros, que empiezar a llegar a la gran civilización urbanizada.

Las pistolas pendencieras de antaño, se convertirán en rivales por la dignidad y la ética de los viejos blues en tiroteos y ajustes de cuenta.
El ganador será el mejor postor. De viejos como Gene Hackman, Morgan Freeman y Richard Harris, a los nuevos rostros aniñados y envalentonados, como The Schofield Kid (interpretado por Jaimz Woolvett). Todos embelesados en el vil metal.
Ni los pocos años ni el alcohol añejo, podrán reponer el valor perdido.

Todos los encuentros, se centrarán en el mal. Un mal reluciente de puntas plateadas. Un brazo peligroso por armado, de la ley, de la mala ley.
La ostentosa ley del más fuerte. La estrella plateada de la muerte.
Otro grande, él, Gene Hackman como Little Bill Daggett. De pequeño no tiene nada, este gran "cabronazo" de la escena.
Un quinteto enfrentado por unos cuantos dólares, por cabezas sin inteligencia, vaqueros de pantalones bajados, esperando la muerte en cualquier putrefacto sumidero. A manos de uno cualquiera, llegado con ínfulas de grandeza y espantado con arcadas y sollozos apagados por el whisky.

Y las prostitutas verán en los refulgentes revólveres, las muescas de la justicia por su mano.
En un mundo sin ley, la pólvora amartillada en salas sin demandas que resolver.
Marcas por almas sin piedad.
Letras escritas a sangre en los ancianos libros de historias de forajidos y forjadores de los territorios salvajes conquistados.
Unforgiven de Clint Eastwood ha entrado por la puerta grande, de los western clásicos del cine.

El Sr. Eastwood se viste como director, sus rancias botas con espuelas, para entrar en una escena oscura. Salida de las mismas entrañas del infierno, como aquél otro jinete pálido sagrado, el final del film se disfraza en película de terror.
Un fantasma infernal herido en su amor propio, repiqueteará por última vez (haciendo homenaje a sus maestros Sergio Leone y Don Siegel), esas espuelas míticas, y cuasi místicas.

Y cuando el viejo demonio, encontrado a base de lingotazos, alarga sus terribles garras de venganza... Nadie quedará a salvo. Nada, vivo.
Excepto las letras. Si se dan prisa por huir del salón.
Las únicas salvadas del hombre sin perdón.

Al término, de las justas arcaicas del western, el viejo director de cine se alzará en triunfador arrinconado por premios y oro. Pero, con el aprendido oficio forjado a golpes de experiencias y enseñanzas pasadas otrora.
Capacidades intactas que sigue demostrando en la actualidad, y que adornarán las vitrinas cinéfilas de cualquier aficionado al arte de los 24 fotogramas.
Fieles por siempre a Clint Eastwood. Sin Perdón. Gracias.

***** Excelente *****

Tema de Claudia, b.s.o. Unforgiven.


Clint Eastwood y su otra pasión la música... Está en pleno desarrollo de la adaptación del musical dirigido por William A. Wellman en 1937, Ha Nacido una estrella. Clint Eastwood dirigiendo un musical pleno.
Estracto de Ha nacido una estrella, versión de George Cukor 1954, con Judy Garland:

jueves, 29 de noviembre de 2012

Playing for Keeps: Un Buen Partido...y más pelotas.



El Pentágono del almíbar.

Esta es la historia de un hombre de edad mediana, con pasado cargado de ilusiones y éxito. Con un físico agraciado para el deporte de élite, y complesión fuerte.
A la vez que casado con un bella mujer de ojos impenetrables y cuerpo escandaloso. Ambos tienen un hijo que, aunque pareciera ser mal criado y intratable, acaba por parecer un chico espabilado y hasta simpático en ocasiones.
No existe ni un acto, ni una sola palabra que pudiera considerarse dentro del guión, una acción producto de la mala fe ni la maldad. Ni aparentemente algunos engaños insalvables sin escándalos económicos o sexuales.
Al pasar del tiempo, ese hombre nos aparece con las características de Gerard Butler (y claro se lleva de calle a todas la mujeres de la zona), convertido en una especie de ser perdido en la vida, con alteraciones del control y la autoestima. Y yo voy y me lo creo.
El caso es que el destino aciago, le ha llevado a esta situación de arrinconamiento. Terrible desasosiego, todo lo ha fundido. ¿Cómo? ¿Porqué? No lo entendemos. Quizás huyó.

Su reaparición estelar en el presente. Su intención, al menos, es recuperar la confianza y el cariño de su vástago. Por la casualidad del oficio, una hecho fortuíto le hae encargarse del pequeño e infantil equipo de fútbol o soccer en USA, del mismo.
Y el caso es que, el australiano, no la toca mal del todo. Y no será lo único que toque. Ejem. A pesar de ser un profesional retirado.

Por que claro está, una joya con ese brillo, que al sonreír encandila a toda bicha viviente que le rodea, va encendiendo pasiones sin proponérselo. Por tanto, es un fuego carnal que despierta una avalancha sentimental a su paso. Un triángolo que se convierte en paralelogramo, y hasta pentágono.
Las escapadas furtivas y una serie de conjunciones copulativas, derivan su visión de afanoso padre, creando una tensión endeble y facilona.

Esos ángulos del pentágono, se concentran en su persona. Butler es el centro continuo del film y la historia se ramifica, entre una extraña amistad de interés con Dennis Quaid, fuera de sí. Y los cuatro puntos cardinales.
Un póker de bellezas y estrellas fulgurantes con luz propia. A saber Uma Thurman, Jessica Biel, Judy Greer y Catherine Zeta-Jones. Todas convergen en su centro más humano, simpático y, como no, sexual.

Butler se convierte en Un Buen Partido o Playing for Keeps, en una galán con inclinaciones cómicas, demostrando que puede tocar la pelota sin desprenderse de otros "territorios", melodramáticos y humorísticos.
La directora italiana Gabriele Muschino abandona el drama más compulgido de anteriores trabajos en Hollywood (En busca de la felicidad y Siete Almas), y me parece que no escoge demasiado buen camino (aunque a mí particularmente no me proporcinarás ninguna novedad interesante).
Sus intentos por parecerse a la realidad, son infructuosos. La supuesta comicidad de los escarceos sexuales, quedan demasiado banales y vacíos. Gabriele se centra en la comicidad de los personajes, bien interpretados, como choques casuales, simples y meramente divertidos.

Todo en Un Buen Partido pasa por el tamiz del sentimentalismo y la recuperación de los valores perdidos en el pasado. El amor por el hijo. Y, quizás algo más.
Butler necesita como su personaje, una recuperación de sus capacidades profesionales, en la ficción y en el cine. Podría llegar a alcanzar el éxito de nuevo, ascender a metas profesionales más altas. Conseguirá un Ferrari último modelo... Lo veremos.

Con todas estas características, así cualquiera.
Pese a todo, la película se deja ver, no sin cierto cansancio en el último momento. Viendo desfilar a rostros tan popularmente atractivos.
Si, además, te gusta el fútbol y tienes novia, con tendencias a la comedia románticona, otro punto a tu favor.
¡Invítala al cine! ... Si tu presupuesto te lo permite. Claro está.

** Regular **

Ya está aquí, ya llegó. Son Los Miserables, de Tom Hooper (El Discurso del Rey). Reparto: Hugh Jackman, Russell Crowe, Anne Hathaway, Helena Bonham Carter, Amanda Seyfried, Sacha Baron Cohen, Eddie Redmayne, Aaron Tveit, Samantha Barks. Trailer:



Trailer de El Molino y la Cruz, del polaco Lech Majewski. Reparto: Rutger Hauer, Charlotte Rampling, Michael York, Joanna Litwin.


Por último, el esperado nuevo trabajo del director francés Jacques Audiard, Rust and Bone. Reparto: Marion Cotillard, Matthias Schoenaerts, Céline Sallette, Bouli Lanners. De Óxido y Hueso:

jueves, 22 de noviembre de 2012

Trouble with the curve: A la vejez... pelotas de béisbol.



¿Sólo es un juego o la vida?

Cuando me llegó el pase para el film Trouble with the Curve distribuida por Warner, y conocer que se trataba de una historia desarrollada en su mayoría en el deporte del béisbol, me pregunté cuándo me pude interesar mínimamente por este juego.

Recordando... me acerqué a esos tiempos de niñez en mi barrió. Un barrio de un pueblo cercano a Madrid, dónde los chavales nos reuníamos en la calle a jugar y establecer lazos de amistad. Una de las actividades que tuvo su momento estelar, fue el béisbol. Ocurría que nos juntábamos entre 20 a 40 niños y niñas, juagando a golpear una pelota de tenis con bates de madera. Muchas veces tallados de ramas caídas de árboles de los parques cercanos.

Cómo pudo ocurrir esto, si en España no hemos dado un sólo golpe de efecto.
Lanzábamos la bola hacia los edificios de entrente, era una calle sin salida superior, por lo que pasaban coches sólo buscando aparcamiento. En ese momento, todo se paraba y nos retirábamos para que el automóvil en cuestión atravesará la mitad de la calle y el terreno de juego. A veces, la pelota bateada paraba en la ventana abierta de algún balcón, e incluso, en el mismo techo del edificio, pues a menudo se cambiaba la madera por el cordaje de una raqueta.

Sí es cierto, esta actividades proporcionaban un nivel de camaradería, competencia sana (en ocasiones enfrentamientos sin llegar la sangre al río) y diversión ante todo.

Así, recuerdo mis primeras incursiones en el béisbol.
No sé quién tuvo la brillante idea de practicar este juego, además de los más habituales claro está.
Lo que si recuerdo es haber visionado una película que me marcaría en edades tan juveniles. Ver entonces a Gary Cooper, tomando los mandos del equipo de sus sueños, entrando al Yankee Stadium y convertirse en un héroe de la sociedad americana encarnando al jugador Lou Gehrig, y enamorado de su sufrida esposa interpretada la guapa Teresa Wright y flanqueado por el omnipresente Walter Brennan. Cómo olvidar aquel discurso ante ojos atónitos y humedecidos por la trágica despedida. Mítico.

En Golpe de Efecto, mucho mejor llamada originalmente Trouble with de Curve, el director Robert Lorenz, su ayudante en dirección en películas como Los puentes de Madison, Mystic River y Million Dollar Baby (aquí en su primeriza e interesante puesta en escena en el rodaje), Clint Eastwood no encarna precisamente al héroe típico americano. Más bien, es el héroe silencioso, observador y oteante, de ruidos y silencios.
Porque en el deporte existe este tipo de personaje. Un ojeador que pasea sus ojos cansados por el tiempo y la experiencia, por campos de juego para futuribles. Pequeñas estrellas por descubrir de manos de estos avezados profesionales, pocas veces reconocidos.
Sin embargo, Clint Eastwood nos vuelve a tocar la fibra sensible. Una mirada o una frase jocosa suya, bastarán para hacernos inclinar ante su personalidad y naturalidad. Una micción de sinceridad, ante la cámara y el público. Admirable.

Trouble with the Curve, es una película sobre perdedores y vencidos. Pero, también de triunfadores en la vida. Por que el talento tiene que ser reconocido al final.
Además, posee un reparto muy acertado y correcto. Destacando a Amy Adams, como la hija del mismo Clint, una actriz que enamora a la cámara y al espectador en cuánto hace acto de presencia.
El béisbol es un nexo, un hilo conductor, para contarnos otras materias más relacionadas con el amor padre-hija, el amor más carnal y la amistad. Un vehículo para establecer un nido de relaciones y sacrificios personales. Para poder vencer hay que arriesgar siempre algo.
El resto del reparto, es perfecto, aunque con nombres como Justin Timberlake, John Goodman, Matthew Lillard, Robert Patrick, Bob Gunton, Ed Lauter, y el propio hijo del jefe, Scott Eastwood (perimiso concedido jiji); es evidente tenía que salir bien forzosamente.

Clint clava otro personaje en plena edad rabiosa de resistencia a la juventud. En este drama mezclado con la comedia romántica y ácida. Sonrisas y lágrimas a dósis justas. Todos buscan encontrar algo importante, Clint a su hija, la hija el reconocimiento y el cariño, el yerno futurible y su búsqueda por el amor de su vida, la gratitud de los viejos amigos de siempre, el castigo de los abusones y trepas, etc.
Pero, al final. Todo es un juego. La vida es un juego.

Un juego en el que se gana o se pierde. El viejo vaquero triunfador en mil duelos fronterizos, se va a encontrar otra vez sólo.
Apoyándose en su profesión y su pasión. Observando bolas con efecto, a la izquierda o a la derecha, altas o bajas, pero siempre intentando encontrar el camino recto de las cosas bien hechas. Capacidades innatas de un ojeador y fenomenal actor.

Debemos disfrutar de este mito viviente, llamado Clint Eastwood. Disfrutar de toda su experiencia y savoir faire, ante y detrás de las cámaras. Hasta en las pequeñas historias que se convierten en regalos cinéfilos que nos proporciona.

Por lo tanto, recomendable disfrutar de esta pequeña bola curvada, por momentos algo envenedada. Con una pequeña sonrisa dibujada en su cara blanquecina y amante de un guante de recepción. Si vale no es nada del otro mundo, pero...

Otro sencillo strike para Robert Lorenz, y su maestro, Clint Eastwood.

*** Buena ***

Trailer End of Watch (Sin Tregua), de David Ayer. Reparto: Jake Gyllenhaal, Michael Peña, Anna Kendrick, Frank Grillo, America Ferrera.


Trailer de la película Invasor, de Daniel Calparsoro. Reparto: Alberto Ammann, Antonio de la Torre, Karra Elejalde, Inma Cuesta.

sábado, 17 de noviembre de 2012

The Bridges of Madison County: Clásico instantáneo.



“Hombre, acuérdate que polvo eres y que al polvo volverás”.
Génesis, III, 19.


Así parafraseando libros divínamente arcaicos, sin eufemismos, el hombre está conformado de materia orgánica y en ella derivará en sus instantes últimos. En el polvo comienza (y termina) una de la mayores historias de amor reproducidas en el cine. Vemos y casi creemos.
Por que las historias vitales, inclusive las más románticas, acaban con seres humanos de ambos sexos, flotando ingrávidos como partículas de polvo grisáceas. El tiempo.

Meryl Streep y Clint Eastwood, tanto monta monta tanto. Han recreado unos personajes que forman ya parte de la cultura cinematográfica, y tan sólo en 18 años. Los Puentes de Madison, han cumplido ya su mayoría de edad y se conserva cada día mejor.
Ambos actores en estado de gracia (y yo creo que algo más) recrean vívidamente esos momentos de enamoramiento que son conocidos universalmente, miedos, dudas, deseo. Una fase de calentamiento-enfriamiento que ni los años venideros podrán hacer olvidar. Tan sólo la muerte.

Amor, ¿hasta qué punto?.
Por supuesto, hasta el punto y final.
¿Realidad o ficción?.
Eso, sólo lo pueden saber los verdaderos protagonistas. Los Puentes de Madison han retratado un universo íntimo sin parangón, y lo dirige el mismo Clint Eastwood. ¡Increíble!.
Y me parece muy bien que quede oculto y misterioso. Que más nos da, cuando el viejo cawboy del poncho raído, se pone detrás y delante de la cámara, y con su ojo en el visor enmarca hermosas estampas de tal calado. Su enorme figura como actor y director queda patente en un estado de gracia absoluto. Al golpe sonoro de la claqueta, Clint y Meryl se rindieron a la cámara sin tapujos y crearon una auténtica Obra Maestra del cine romántico.

Como un viento sedante de verano, vamos observando el proceso, sin velos. El condado de Madison en Iowa, está flanqueado por dos grandes ríos Missouri y Mississippi, y los puentes son pequeños espacios para cruzar vidas.
Un aire templado que igual puede rozar sensualemente un vestido vaporoso medio abierto, (de los momentos más inteligentemente íntimos rodados por el larguilucho vaquero), o igualmente, esparcir las esperanzas infranqueables y los recuerdos cálidos en cenizas al aire.

Así, las partículas de ceniza se transforman en letras, y éstas en palabras, apuntadas y enfebrecidas por la pasión. En las cartas quedará marcada, disimulando besos a hurtadillas como máxima expresión de la libertad individual. Pero, la elección es un mal creado por los seres humanos. Las dudas y el engaño, los miedos y la madurez racional, también lo son.

Robert y Francesca, Clint y Meryl, comparten todos secretos pululantes en el viento con sus familias. Las cartas de amor se convierten declaraciones de ley y sorpresas de maternales demostraciones. La ley del amor. Y como aquellas cenizas arremolinándose en jirones y volutas mortecinas, la declaración quedará olvidada por el tiempo y la vida de todos.
La magia del cine y la maestría de Eastwood mezcla con dósis perfectas, estos dos tiempos familiares en el mismo plano argumental. Funde las risas y los llantos equilibradamente. Y nos recrea con una composición de sentimientos universales unidos a instantes precisa y preciosamente corrientes. Mágicos.
Esos pequeños momentos dentro de la vida de cada uno. Habituales e íntimos que te sumergen en Los Puentes de Madison, creyéndote partícipe de ritual amoroso.
Siempre acompañando las bellas instántaneas con una música deliciosamente jazzística y soul.

Clint Eastwood, duro rostro, cerebro brillante. Se ha transformado. De aquellos héroes errantes por polvorientos caminos y avenidas cargadas de violencia, nos acerca una cara más dulcificada que nunca. Qué gran actor y director.
De sus inicios, guardados en antiguos arcones quedan las botas con espuelas de finas puntas, el poncho raído por mil y una polillas, y su cigarro apagado encima de las cenizas del tiempo. Del gris al dorado inolvidable.
Su carrera a esta alturas se ha desenrollado en alfombras rojas, con todo merecimiento (aunque recordemos que Los Puentes de Madison no tuvo la fortuna, ¿cómo?, he dicho la consideración de acaparar premios importantes. Sip). Visto y comparado con western crepuscular, me parece totalmente injusto para tal joya del romanticismo.

Como has podido Clint, pasar de los colts a una pequeña e íntima historia sobre el amor y la traición. Magnífico. Esperamos que aguantemos por muchos años más y puedas seguir ofreciéndonos estos peliculones. Qué tus cenizas estarán a salvo ya, para siempre, en pequeños receptáculos metálicos de celuloide.
Ahora, ya de múltiples series de bits. Jajaja. Gracias y god save to Clint.


Meryl Streep, no dudo en un solo segundo, adentrarse en esa casa y a esta aventura contigo. El papel le brillaba en los ojos como un amor primerizo.
Dibujó contigo el mejor personaje de su carrera, una mezcla de americanismo a la italiana, muy sensual.
Sin embargo, con matices. Por que una sufrida y casada mujer de la Iowa campestre, cuasi sureña, luchará por la estabilidad y sus cadenas versus la aventura y el romanticismo adulador. Pero, ¿qué hubiera ocurrido con el transcurrir de los años?.
Yo creo que, como la mayoría de las parejas, habrían terminado algo aburridas. Los años pesan en el cuerpo y en la mente. Y su amor escrito, se hubiera difuminado en sus vidas, transformándose en una simple anécdota. Es el desgaste de la convivencia.

Meryl y su transcendente y genial interpretación, no puede empezar esa nueva vida. Escapar para qué y adónde. Por el contrario, Clint se encargará de encender aquellos rescoldos humeantes. Una carta, pulsera y collar... un poema.
Todo ello desencadenarán las amargas lágrimas del pasado. Palabras de amor húmedas. Las mismas lágrimas disimuladas ante el diluvio reflejado en su deseperado rostro. Una llorando. El otro, quízás también, por una manecilla inmóvil y maldita.

Un único adiós.
Una mirada y unas sílabas entrecortadas por la emoción. Tráqueas de espectadores, jóvenes y mayores, tragando galones de saliva.
Seres vivos que buscan en vano el amor, o incluso, han tenido que hacer volar al viento cálido, las cenizas de otros seres queridos.

Clint y Meryl desnudaron sus cuerpos y sus almas en 1995. Y el público con ellos.
Todos sabemos que el futuro, es como el de ellos, convertirnos algun día lejano en polvo.
El rostro de Clint, piensa palabras. Todos estos momentos, se perderán como cenizas en la lluvia.

***** Obra Maestra *****

B.s.o. The Bridges of Madison County.


Trouble With The Curve, dirigida por Robert Lorenz.

Parece que Meryl Streep, tiene un nuevo trabajo dirigido por Tommy Lee Jones, The Homesman. Y otro posterior, junto a Julia Roberts, Ewan McGregor, Benedict Cumberbatch, Abigail Breslin, Chris Cooper, Juliette Lewis. Se titularía, August: Osage County. Quedamos a la espera.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Ruby Sparks: El amor entre líneas.



La letra con amor entra.

Según Ruby Sparks en muchas ocasiones, el amor es como un hoja en blanco y vacía de contenido. Es decir, de sentimientos.
En ella, se pueden ir escribiendo lecciones sobre el orgullo y la admiración, la apatía y la crisis existencial, los celos y la necesidad.
Siempre que no se esté inmerso en una crisis creativa o emocional.
O ambas conjuntamente.

Y las letras en los capítulos vitales, se funden en la nival presencia impertérrita del folio, unas veces con colores vitales y optimistas, aunque lo más normal es que sean en un maravilloso negro. El negro da seriedad al asunto.
Así, una declaración de amor personal, escrita sobre idealizaciones sobre la mujer u hombre soñados, puede convertirse en algo especialmente mágico. Pero claro, la magia es uso y costumbre de los prestidigitadores, acostumbrados a manipular chisteras y conejos, y por tanto, una ilusión.

Ruby Sparks se piensa y se escribe, se conforma como una persona a la que poder modelar a tu antojo. Y Paul Dano, el escritor, en su proceso creativo le otorga de todo aquello que le hará a sus ojos, especial.
Sin embargo, el amor platónico se suele escribir en sueños. O en papel.

El film nos propone un triángulo de amor bizarro, una relación creativa y enfermiza, entre Paul Dano y Zoe Kazan (sus rostros, su expresión y hasta sus nombres son peculiares). En el que el tercer ángulo obtuso será una máquina de escribir. Además, de las antiguas como los ancestrales deseos y miedos humanos.
Estas obsesiones de los procesos creativos, normalmente se desarrollan en el interior de nuestras mentes, en cambio, Ruby Sparks es de carne y hueso. O no.

La simbiosis entre máquina y novelista, no siempre es perfecta ni real. Cuando se pone a acariciar las teclas de su flamante y antediluviano teclado, emergen frases y palabras que se desean, o se fatigan del uso. Por ello, en último instante se fracasa, al planificarlas.
Las letras en el "love" se pueden convertir en un "velo" que cubre nuestro razonamiento. Y el mago, predistigitador de palabras, se transforma en loco.
Ruby Sparks es la creación, el monstruo devorador de amor. La novia de Frankenstein.
Sólo que está constituida de trozos y retales de cadáveres, y esos muertos proceden de las experiencias fallidas del escritor. Un poco Dr. Frankenstein con sus gafitas de verlo todo con el poder de la inteligencia.
La bella y el monstruo... El genio y la lámpara maravillosa.
Por que el surrealismo puede ser vida.

Paul Dano es un actor que ya nos llamó la atención en anteriores trabajos, con un rostro y una forma de actuar, que se desencasillan de los clichés de Hollywood. Y para mí, una fanático de la interpretación, eso es una cualidad a tener muy en cuenta. Por otro lado, está Ruby Sparks, la creación, interpretada por Zoe Kazan. Dano y Kazan, curioso y además ambos con aspiraciones artísticas más amplias. Música y escritura.

Zoe es una propuesta de actriz, fresca e innovadora, aunque a veces, me resulta algo cargante por su exceso. Quizás por motivos del personaje que desarrolla, en ocasiones dulce y rallana en lo empalagoso. Otras chirriantes y desquiciadas, como un amor que no se queda quieto ni atándolo. Ya habrá tiempo de medirla en otras películas, pues está cogiendo impulso.
Se completa en los papeles restantes con un Antonio Banderas y Annette Bening, muy acostumbrados a lidiar con sus papeles de padres. Ningún inconveniente, al igual que tampoco ningun dato relevante en su aportación al argumento. Correctos.

Ya no es tan noticia pues se da en bastantes ocasiones, Jonathan Dayton y Valerie Faris, son su pareja de directores californianos. Lo que si es relevante es que el guión parta de la cabecita de la joven actriz que interpreta a Ruby Sparks. Para mí, una agradable sorpresa.
Ni que decir tiene que los realizadores me dejaron perplejo con su anterior cinta, Pequeña Miss Sunshine. Ácida y tierna fábula moderna, para disfrutar y reflexionar.

Por tanto, Ruby Sparks es como aquella dulce chica, enamoradiza. Una Audrey Hepburn que era la creación "real" del maduro William Holden en una interesante película llamada Encuentro en París. Un sueño hecho realidad para el escritor.
La realidad a veces se disfraza de amor, y otras se embarca en la persecución y asesinato del protagonista de la novela, como en el caso de Will Ferrel. El director Marc Forster, ya extrajo a sus personajes de la novela y los hace interaccionar con los del film. Doble ficción unida a la propia desarrollada en el cerebro de cada espectador. Genial película y sorprendente Más Extraño que la Ficción.

En cambio, podríamos confirmar a Woody Allen, como el mago de la disfunción de los personajes.
Contínuamente se desdoblan en pasado o futuro, en realidad o ficción.
Bien sea como actor galán y aventurero, que rompe los moldes de la certidumbre con su aparición en el patio de butacas.
Buscando romance y aventuras, en la magnífica película La Rosa Púrpura del Cairo.
Otras como, camaleones mimetizados entre el mundo imaginario y el histórico en Zelig.´
Así muchas otras, que marcaron el paso a esta Ruby Sparks.

No hay nada como abrir bien los ojos, para enfrentarse a la realidad.
Paul Dano lo hace, y decide.
Al final los personajes son del creador, y toma la partida por una bonita ensoñación.
La libertad del monstruo.

*** Buena ***

Cinta independiente de Tribeca Films, llegada desde el Festival de Sundance. For Elle, de la directora koreana So Yong Kim. Reparto: Paul Dano, Jena Malone, Margarita Levieva, Jon Heder y la joven actriz Shaylena Mandigo. Trailer V.O.:


Otra cinta que refleja el mundo de las letras, con Paul Dano, Robert De Niro, Jualianne Moore, Olivia Thirlby. Dirección de Paul Weitz. Trailer de Being Flynn.

Entrevista en v.o. con Michael Fassbender. Habla de su nueva película junto a Steve McQueen. Reparto: Paul Dano, Brad Pitt, Benedict Cumberbatch, Paul Giamatti y Sarah Paulson.
Título del film Twelve Years a Slave.


martes, 30 de octubre de 2012

Meet John Doe: el humanismo de Frank Capra.



La crisis y los Juan "Nadies".

A principios del pasado siglo, la sociedad mundial andaba convulsa como consecuencia del término de muchos imperialismos coloniales. Además, la revolución industrial y el avance de los índices comerciales en muchos países creó un aumento de la población en muchos países europeos, creando una masa ingente de individuos ambrientos y familias motivadas y obligadas a buscar su futuro en tierras americanas.
Una de esas familias sería italiana, más concretamente de Sicilia, y de apellidos ahora fundamentales en la historia del cine. The Capra´s.

La recepción por parte de los EEUU fue una acogida con miras al progresismo emergente en manos de Theodore Roosevelt y el comienzo de la maquinaria productiva de la fábricación en serie.
Los padres y cuatro hijos incluyendo al pequeño Frank Capra de seis años, se vieron embarcados en el Germania en busca de la deseada prosperidad económica.

Mirándolo con perspectiva cinematográfica es evidente que su padre fue un auténtico John Doe, y posteriormente él mismo lo sería también, pues se alimentaron como pudieron (se dice únicamente de plátanos) por no conocer en absoluto el idioma. California como meta dorada y más concretamente Los Ángeles serían los inicios de su fabulosa carrera.
Sin embargo, toda esa prosperidad en manos del progresismo era una deteriorada fachada con una capa de pintura fresca. Este periodo se conformó en una década de transición hasta la Primera Gran Guerra Mundial y una crisis sin parangón en un país en contínua expansión económica.
El hambre y la pobreza crearía un ejército de parados y desarrapados, buena gente otrora. Cualquier individuo hubiera podido ser un auténtico John Doe por entonces, incluido en el propio Frank Capra, que ya se había graduado como ingeniero químico. Sin embargo, o gracias a esos estudios se familiarizó en el celuloide, pues su deseo de convertirse en escritor se había cumplido en los tumultuosos años 30. Y la escritura, ya que Capra (que comenzaría vendiendo periódicos en el centro de L.A. y después como extra) descubriría la poesía y los ensayos de Montaigne.

Frank Capra fue guionista y director de las comedias interpretadas por un cómico de la época afamado, llamado Harry Langdon. Posteriormente, las desavenencias propiciarían su marcha hasta llamar a las puertas de un Mack Sennett (con su estudio que comenzaba a ser devorado por la Gran Depresión hasta su ruina) y una unión con Paramount Pictures.
Como se puede observar sus inicios fueron una mina para adentrarse en los conocimientos humanos y los cambios políticos y sociales de su época. Una escuela de primera necesidad.

Cuando Frank Capra se embarca, en plena Segunda Guerra Mundial (1941) en el magnífico guión de Meet John Doe junto a su amigo Robert Riskin (basados en un cuento de Richard Connell y Robert Presnell Sr.), ya había conseguido tres Oscar como director. Por tanto era un triunfador hecho a sí mismo y conocedor de los vaivenes de la vida. Y de los embates duros que golpeó algunos incipientes estudios de Hollywood.
Con la maquinaría de los grandes estudios en pleno rendimiento, sólo optaría ese año al Oscar por dicho argumento original sin conseguirlo.
Como curiosidad diré algunas de las películas que competían ese mismo año: Bola de fuego, Las tres noches de Eva, Ciudadano Kane, El Sargento York, El halcón maltés, Qué verde era mi valle, La loba, Sospecha... etc... etc.

Frank Capra consiguió como protagonistas una pareja ya mítica. Cooper y Stanwyck unirían esfuerzos interpretativos en Bola de fuego (enorme película) y Soplo salvaje.
Una vez se abre la puerta de la oficina de ese periódico, mientras los despidos se hacían cebo en dicho despacho castigado aún por la depresión (más de 10 años después), y entra el desaseado y hambriento Gary Cooper, sabemos que éste va a ser el auténtico John Doe. Y aunque pareciera tenerlo fácil, no lo es. Todo lo contrario. Un galán bien parecido y una estatura demasiado aparente, no parece lo más convincente para las características de dicho papel.
Pero, Gary Cooper con su mirada y su tímida interpretación, que va configurando hasta el final de ídolo de masas, se mimetiza y configura como uno de los grandes actores de la época dorada. Él es y será para la eternidad, Juan Nadie.

Por otro lado, estaba otra actriz que no se quedaba a la zaga respecto a su potencia y calidad en la actuación. Barbara Stanwyck estaba en su gran etapa en Hollywood, en 1941 está dama se encarga junto a Meet John Doe, de Ball of Fire (Howard Hawks) y The Lady Eve. Casi nada.
Al ver a Cooper también sabe que ese "pobre" hombre es el candidato para confabular esta gran mentira. Pero claro, arriesgar a veces compromete la estabilidad emocional y se enamora perdidamente. Se veía venir.
Sin embargo, su papel tiene tantas aristas y ramificaciones como el propio de John Doe. Barbara juega duro, no iba a ser despedida del periódico sin más. Para conseguir su crecimiento personal y el alimento, hará lo que sea. Mentir, coaccionar y hasta traicionar. Pero, la traición no entra en las pretensiones de Cupido.
Normal, su unión configura una de las mejores parejas de Hollywood.

La voz de Walter Brennan (qué genial actor, me fascina su naturalidad y practicidad) es la "silenciosa" conciencia de la verdad. En un mundo cruel, dónde todo el mundo miente, sus concesiones a la apertura de ojos de John Doe, son lecciones de vida y de la realidad. Con todas sus consecuencias.
Todo cambia a su alrededor y muy deprisa. Todo menos él. Se mantine firme con su dignidad intacta, mientras que todo se tambalea a su alrededor. Porque Meeting John Doe, es una película sobre la mentira con mayúsculas.
Otro gran papel, es el Edward Arnold pasando seguramente de superviviente en el mundo infectado del periodismo, a ambicioso y poderoso magnate con ínfulas de poder político.
El sensacionalismo como método de captar más clientes, más ojos a los que propagar el engaño a costa del ansiado incremento de la cartera.

Ciertamente todos los actores, incluyendo los más pequeñitos papeles están perfectos. Frank Capra era un director de actores, sabía como tratarlos y se rodeaba de ellos para sacar el mejor beneficio de su obra. Incluso sus dudas iniciales respecto a Stanwyck se desvanecieron cuando fue contratada en 1930 para su film: Ladies of Leisure, trabajarían en otras buenas películas.
Una obra en equipo, como le gustaba trabajar al maestro.
De sus propias palabras se desprende este trabajo coral y fascinación por los actores con los que trabajaba. Decía a sus propios técnicos: "ustedes están trabajando para los actores, no lo están haciendo para la imagen de su propio trabajo".
Capra sabía que el reconocimiento técnico vendría después.
Como así ha sido, hasta la actualidad.

Y es que la historia repite cíclicamente los procesos de crisis.
Ahora por nuestras calles, vuelven a crecer los "John Doe´s". Los engañadores y los engañados, porque Meet John Doe está en la máxima actualidad. Su revisión nos muestra que cualquier persona, de cualquier idealismo se puede aferrar a su contemporáneo argumento, porque sobre todo, habla de un conocimiento univeral. Lo bueno y lo malo del ser humano.

Por un lado, se asirán a ella, los humildes. Frank Capra es un representante de la humildad y la bondad. Sus personajes tienen el carisma y la necesidad de compartir y hacer el bien. Yo creo que Capra era una estupenda persona, me hubiera gustado conocerle. Cómo no, soy cinéfilo.
Las ideologías. De uno y de otro lado, defendiendo las causas sociales o la creación de un tercer poder que ejerza una mano más dura. Cada uno se agarrará a aquello que más le interese. Frank Capra era muy listo. Propone, pero no se moja en ninguna de las decisiones posibles. Un suicidio de un indiduo es cosa seria, no hay ejército que valga una vida por insignifacante que sea, y menos si se trata de la luz de una estrella como Gary Cooper. Capra sabe que la mano izquierda se debe de unir a la derecha para trabajar por el futuro, porque ha sobrevivido a la Gran Depresión y a dos grandes guerras.
Conseguir el éxito y el poder, construído sobre una gran mentira. Los personajes de Capra son (o intentan serlo) honestos. Y los que utilizan la debilidad de los demás quedan retratados, aunque no llevados a ningún supuesto paredón ideológico. Se definen por sus amorales comportamientos. Capra hace del humor su casa, mas su cine no es lo que parece a primera vista. Hay una oscuridad evidente.
La religión y la fe, se intenta apoderar de los hechos contados. En cambio, Frank Capra que le otorga unos minutos apabullantes, muestra a Juan Nadie con una mirada confusa e incrédula. Capra decide no tomar ese camino, aunque enseña sus creencias.

Los héroes construyen la historia de los pueblos. Aunque se base en una mentira irrespirable y desfigurada por el cuarto poder. Esto es, la prensa.
Los discursos (maravillosas palabras dicen Brennan, el espectacular James Gleason y el propio Cooper. Que repetirá en ocasiones como El sargento York o El orgullo de los yanquis, ya recuperado de su lesión en el codo) son elaborados por poderosos y los humildes siempre tendrán las de perder en apariencia, pues su poder radica en su corazón.
Y Frank Capra demostró tener uno bien grande.
Algún día hablaré de su gran obra maestra ¡Qué bello es vivir!.

Desconozco si a Frank Capra le hubiese gustado ser una John Doe cinematográfico.
Desde luego, a mí no. Hay edades para cada camino en la vida.
Y el suicidio no es lo mío. ¿Uds. qué eligen?

***** Sobresaliente *****

Begin the Beguine, de Cole Porter. Artie Shaw and His Orchestra:


Ball of fire, Drumm Boggie:


domingo, 28 de octubre de 2012

Moonrise Kingdom: El reino de Anderson.



Por los cuentos sin complejos.

Los mundos cinematográficos de Wes Anderson se adentran por los mágicos reinos de la ensoñación particularísima. A través de una contemplación (casi poéticamente infantil) y de un surrealismo característico del director de Texas.
Sus guiones están repletos de su extraña comicidad, con la vocación por la naturaleza y los cuentos clásicos.
Además, se hace acompañar en la escritura de Roman Coppola (hermano de Sofia y acompañante en otros trabajos anteriores). Interesante sería saber la aportación de dos mentes distintas en las formalidades del guión.

Cuando Anderson se distancia de sus códigos reconocibles y loables, dejando paso a una motivación de los personajes por la capacidad destructiva y violenta con sus congéneres ficticios, es cuando mi cabeza se evade en un limbo particular. Es como que no cuadra esa representación infantil y surrealista, con el mundo caótico de los mayores. Sin embargo, en Moonrise Kingdom este hecho, es más gratificante que en anteriores films. Por eso, este film se torna el más completo de su carrera.

La película se descarga en toda su fuerza en sus jóvenes intérpretes Jared Gilman y Kara Hayward, en una especie de Romeo y Julieta campestres. Con intereses cercanos a los adultos pero con explosiones simpáticas de infantilismo.
Ahora sí, el director tejano se sabe acompañar de un cuadro de secundarios de lujo, formando una familia muy especial (como ocurre en la mayoría de sus films). Un mundo adulto que, en ocasiones, se infantiliza más que los propios niños, cambiando sus papeles en los distintos contextos de la historia.
Es como un retrato o una acuerela infantilizada de sus propias debilidades.

Moonrise Kingdom como buen cuadro, se representa y desdobla sus mundos oníricos en su paleta de colores pastel. Cada tonalidad deviene con distintos estados de ánimo del lenguaje fílmico. Decora el ánimo de los personajes, y enfatiza la alegría o la tristeza, dibuja la épica de los cuentos y novelas juveniles de aventuras.

Por eso, utiliza sus gamas de grises y azulados fríos. Es el énfasis de los momentos desbordados por la melancolía, por tanto, los individuos (niños o mayores) se vuelven cenicientos con los ambientes amenazadores. Los gris-azulados manejan los resortes nostálgicos de los recuerdos de infancia y de las aptitudes amenazantes del mundo adulto. Aquí se embarcan los sentimientos recargados de traición y desamor como auténticos resortes del fracaso.
También reflejan los elementos tradicionales de la educación. Cuando los adultos insuflan los valores a los niños, convirtiendo la aventura y la libertad imaginativa de sus mentes en reglas y obligaciones.
Niño esto es así... y punto.

Los tonos ocres, amarillos y anaranjados. Son los cálidos del caleidoscopio "andersiano" que transmiten la ternura, el amor y el humor infantil. Son los cuentos pintados a mano por campos y aventuras de antaño. Sus personajes, ahí dibujados, se dan la mano con las obras de huérfanos aventureros, Tom Sawyer y Huckleberry Finn (pintados en riberas del Mississippi por Mark Twain), de los cuentos clásicos de los hermanos Grimm y Hans Christian Andersen o del dulce salvajismo de Charles Perrault (dónde los animales tienen comportamientos humanos como en el caso de Fantastic Mr. Fox).
Los niños se entregan al amor y la amistad, luchan contra la injustica y sus miedos. Y en los momentos felices, los tonos se aproximan al sentimiento y a las risas, los colores tierra crean un ambiente relajado casi festivo, como un picnic en la montaña, aflorando los recuerdos de juegos antiguos, de canciones vitales y del amor sin complejos. Niños jugando a ser adultos en mundos literarios y cinematográficos, como Rob Reiner manejando a sus jóvenes aventureros. Pero, eso tendrá que esperar a otra ocasión.

El mundo de los mayores se desdibuja.
A veces, son drámaticos colores, otras se vuelven más infantiles que los propios jóvenes. Pataleta y errores cometidos por un plantel magnífico donde se pasean nombres como Bruce Willis, Edward Norton, Bill Murray, Frances McDormand, Tilda Swinton, Jason Schwartzman, Bob Balaban o Harvey Keitel... Y a esto no se puede decir más. Así cualquiera.
Cuando descubrimos en la pantalla a alguno de ellos, se reconoce y se desgusta de su trabajo al momento. Sus personajes secundarios se tornan imprescindibles, y se convierten con sus celebradas apariciones en absolutos protagonistas de la secuencia.
Su cuadro es más obscuro por lo general. Son los seres perdidos e incluso fracasados, aplastados por los subterfugios de las apariencias sociales y la obligaciones.

Con Wes Anderson, me siento en un tobogán, con momentos de máxima complicidad.
Otras veces, me arratro por el frío descenso esperando un golpe que me saque de su ensoñación personal. Esto ocurre cuando algunas decisiones tomadas por importantes, se dan como pinceladas, y se vuelven a corregir encima, una sobre otra indefinidamente.

Sin embargo, Moonrise Kingdom me ha parecido su obra más interesante hasta el momento.
Porqué la luna siempre aparece por el horizonte para todos y nos vuelve un poco lunáticos y nostálgicos de épocas mejores.
Y además, saca mis preferencias pictóricas y musicales. ¡Qué no es poco!

*** Notable ***

Antes de participar en el nuevo trabajo de Wes Anderson, el gran Bill Murray llegará a la gran pantalla con Hyde Park on Hundson, de Roger Michell. Reparto: Olivia Williams, Laura Linney, Olivia Colman, Samuel West. Trailer:


Tilda Swinton, que voy a decir de ella, protagonizará próximas películas de Terry Gilliam y Jim Jarmush. Palabras mayores. Mientras tanto os dejo con este extraño proyecto Phantasmagoria The Visions of Lewis Carroll, dirigido por Marilyn Manson. Reparto: Marilyn Manson, Lily Cole, Tilda Swinton, Evan Rachel Wood. Trailer:




jueves, 25 de octubre de 2012

Argo: Yo soy Ben Affleck, director de cine.



De Persépolis a Teherán.

¡Qué bonita y buena película es Persépolis!
Interesante visionarla junto a esta Argo. Pero bueno, ese es otro film del que comentaré algo en otra ocasión. Comenzaré mi historia.

Un chico de Berkeley en California. Con ascendencia inglesa, irlandesa-escocesa y alemana, seguramente por motivos de trabajo de sus padres tuvo que ir a vivir lejos, cruzando el país hasta la norteña Massachusetts, un cambio considerable en los hábitos de vida para la familia.
Su padre un consejero sobre drogas, y con otros oficios más manuales, se centró en su carrera de escritor y acepta el nombramiento de actor y director en la compañia de teatro de Boston. Habitarían en una ciudad cercana llamada Cambridge.
Cambios.

El joven Ben Affleck junto a su hermano pequeño y talentoso actor Casey, se rodeaban de amigos y revolotean en movimientos artísticos, y conocieron a su primo lejano de nombre Matt Damon.
Existía una diferencia con la labor de maestra de su madre y la educación religiosa recibida. Así, desconozco los motivos (no vienen a cuento) se verían avocados al siempre triste divorcio de sus padres.

Sin embargo, Ben ya había participado unos años antes como actor infantil en alguna película y en series de Tv.
Después, y tal vez debido a la separación conyugal, se trasladaría a México durante una año y aprendería el español. A la vuelta, todo cambiaría y empezaría a relacionarse con ambientes más cinematográficos.
Aunque durante su etapa universitaria en Vermont, tuviera sus intereses en estudios relacionados con Oriente Medio, que no serían terminados por tener sus miras de futuro en el cine. Ben Affleck quería ser actor y Hollywood le llamaba a voz en grito.

Vista ahora, cuando Ben Affleck lleva ya bastantes años en la interpretación y ha comenzado su incipiente pero firme apuesta en la dirección de películas, podemos decir, que lleva una carrera con camino ascendente.
Además, parece que sus estudios universitarios le han servido para realizar Argo.
Sin duda esa preparación inacabada le capacitó con ideas para adentrarse en la historia de la crisis de los rehenes y el asalto a la embajada de EEUU en Teherán.
En pleno periodo de radicalización ante el protectorado al antiguo Sha y su familia, el film nos refleja una realidad oculta en ficheros hace algunos años desclasificados. Un Irán revolucionario por un periodo de 444 días que comenzaría en 1979.

Argo es una película compleja en realización, pero sabiamente eleborada por el actor-director, compartiendo ambas funciones a la perfección.
Y no es casualidad su nivel, pues se trata de su tercer largometraje acertado.

Si bien, la mayoría de espectadores conocen ese episodio trágico de un Irán malherido por las antiguas represiones y dispuesto a la venganza, también no es menos cierto que un servidor desconocía los mecanismos ocultos y poco estudiados de los pasos relacionados en el film.
La aparición en escena del agente de expatriación Tony Méndez (interpretado con acierto por el propio Affleck) y su curioso método, ha sido un motivo de celebración cinéfila personal. Gracias a un actor-director, anteriormente, maltratado por mí en críticas otrora justificadas.
Gracias Ben.

La carrera que comenzó ese niño, luego refrendada en el film Colegio Privado, junto a su amigo Matt Damon, Chis O´Donnell y Brendan Frasier, está dando sus dulces frutos ahora. Aunque, antes celebrabamos ya sus aparciones en los filmes de otro amigo y favorito, Kevin Smith (Mallrats, Persiguiendo a Amy, y otras algo menos interesantes).
Echando la vista atrás, me trago mis palabras y mis dudas sobre él. Adiós pequeña adiós, The Town y esta Argo, son algo más que un principio prometedor. Profiero un aplauso caluroso a, sobre todo, esta última cinta.

Argo tiene un elenco de secundarios magnífico, encabezados por dos auténticos lujazos, Alan Arkin y John Goodman. Sus momentos son un ingrediente más para esta historia con retazos de los intereses de juventud de Ben Affleck, a saber: aprendizaje sobre materias relacionadas con Oriente Medio, el maravilloso mundo de Hollywood y sus estudios cinematográficos, el humor de Kevin Smith, la acidez de Ben, la visión de la realidad mezclada con la fantasía, la dramatización de hechos históricos y culturales, y por tanto, las películas de ciencia-ficción.

Al final Argo va a ser ... una película.
Así, una película notable de Ben Affleck. Bien medida por é. Entre sus apariciones estelares como protagonista y su elaboración planificada como realizador, sin que se vea en pantalla interferencia entre la doble ejecución del rodaje.

Ben Affleck me empiezas a caer mejor. Jaja. Además, me he enterado que juegas al póker y eres fan de los Celtics de Boston.
Justo como yo. :)

**** Notable ****

Argo (Argo - Alexandre Desplat)

Argo Soundtrack - Cleared Iranian Airspace (Alexandre Desplat)

Hasta su nuevo film como director de titulo Live by Night, reparto: Sienna Miller, Zoe Saldana, Ben Affleck, Elle Fanning.

jueves, 18 de octubre de 2012

En campaña todo vale: Ferrell o Galifianakis.



El juego sucio de la política.

El mundo está desquiciado, España más todavía. En plenas campañas políticas en Estados Unidos y en comunidades autonómicas españolas e históricas, nos llega la cinta En Campaña todo vale, echando con su ácida batalla más leña al fuego.
No todo vale, para hacerse con votos, desde luego. Ni para ir al cine.

Realmente no sé, si soy yo o el humor de Jay Roach (ya que con Austin Powers tuve algunos ataques de risa), pero está película no me ha hecho la menor gracia.
Nos trata a los espectadores como niños abofeteados sin compasión.
De acuerdo que los dos protagonistas están agotando poco a poco, mi interés por el humor americano basado en gags relacionados con el sexo y los usos y costumbres de humanos en momentos corporales de evasión de fluidos.

Will Ferrel sigue pareciéndome un humorista con poco atractivo para los europeos (pero recordando que está en películas como Más extraño que la ficción, de
>Marc Forster
), y Zach Galifianakis (a pesar de sus dos incursiones y otra nueva en perspectiva de resacones) me produce un efecto extraño en The Compaign (En campaña todo vale) como un cierto hartazgo de su humor.
Cada vez, que veo a
>Galifianakis
, más joven y con ese look, se me asemeja al ex-político y periodista español,
>Luis Herrero
. No me concentro. Curioso y desconcertante.

Vale que estamos actualmente (y cuando no) en un estadío de crisis galopante.
Que las opciones políticas que nos ofrecen para salir del estado catártico, no son lo suficientemente atractivas para renovar nuestras sociedades.
Y por supuesto, que la única forma de encontrar un trabajo en el futuro será convertirnos en exclavos legalmente empapelados, dedicados en exclusiva a las empresas que dominarán nuestras vidas y familias.
Aquellos que lo encuentren, claro.

Nos encontramos con unas elecciones al senado del estado de
>Carolina del Norte
, con dos candidatos que parecen ser bastante distintos, pero originariamente tienen semejantes ideologías. Realmente poco atractiva la situación.
Aunque con ciertos gags corrosivos, los protagonistas se desarman como dos púgiles en un ring de barro. A base de golpes bajos por debajo de la cintura, casi todos, nada tiene impunidad de crítica en este film.
Sin embargo, la crítica queda flotando en el aire como un tufillo.

Desde luego, las empresas dirigen el cotarro de economía y la sociedad de todos los países, y en ellas se apoyan los políticos para producir beneficios.
Hasta aquí todo normal, pero, en ningún momento se moja en
sacando a la luz, los hábitos depredadores de aquellos hombres o empresarios, que dedicaron todo su esfuerzo a aumentar sus desmesuradas carteras.
Y el uso de todo tipo de medios fraudulentos.

La película cambia este fraude de la corrupción moderna y pone en su lugar a dos parias para que nos riamos de ellos.
Dos niños grandes, peleándose por unos abrazos (de ahí el apellido de Marty Huggins) y dineros públicos o privados, y emparentados por un columpio infantil.

Sea como sea, la historia o guión, me parece demasiado plano.
Los actores no me apasionan lo más mínimo.
Y la situación actual, merecería un poco más de respeto al espectador que se deja bastantes euros en acudir al cine.
Por último, la crisis en la que estamos sumergidos y multitud de gente pasándolo mal, merecerían menos risas sobre "hombres poderosos" haciendo de cromañones supuestamente simpáticos, y ofrecerles más esperanzas para salir adelante.

Seguramente, un humor fino e inteligente que les hicieran pasar un buen rato bastaría.
Habrá que esperar a próximas comedias y pedir un voto de confianza a Hollywood.

* Mala *

Cinemomio: Thank you

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