Cinecomio busca

EnglishAlemánFrancésEspañolItalianoNetherlandsRusoPortuguésChino SimplificadoJaponés
CoreanoÁrabe

domingo, 3 de julio de 2016

Green Room.

El Destino y el Terror a lo real.

Probablemente, ya estés habituado a seguir los pasos en el cine, de un grupo de jóvenes que se pierden en algún paraje aterrador y caracterizados por un lavado oportuno de sus cerebros. Más extraño es, que esta gente desubicada actúe en un lugar tan desprovisto de seguridad y su localización frondosa y fértil (en el interior del estado de Portland cerca de la costa noroeste del Pacífico) pudiera sugerir el título de la película, con este nombre de Green Room. Tratando de despistarnos sobre la oscuridad en ciernes.
Sin embargo, el director y guionista Jeremy Saulnier (autor de un filme independiente premiado en Cannes con otro colorido título de Blue Ruin) continúa la moda de encerrar a la gente en algún espacio con proporciones reducidas y ambiente insano, como este lugar al que viajamos con una banda juvenil de rock-punk, sugestiva e intencionada de forma ideológica, con el nombre de The Ain´t Rights. Los "no hay derechos".

Efectivamente... además, existe un tipo de obras cinematográficas que parecen preconizar algún tipo de acontecimiento futuro o se encargan de incitar en el público, alguna reacción determinada a los dramáticos hechos acaecidos durante su filmación o exhibición. Así ocurriría con algunos títulos como Rebelde sin Causa, Polergeist, The Crow, El Caballero Oscuro, o recientemente con el triste fallecimiento en extrañas circunstancias del intérprete de origen ruso, Anton Yelchin (natural de la bella San Petersburgo), y un buen actor con una prometedora carrera cinematográfica que ha visto truncado el sueño, por una maldita visita desafortunada o el denominado de forma poética, burlón destino.
El singular Yelchin tenía la fuerza para conferir a sus personajes (desde aquella Alpha Dog, el Pavel Chekov de Star Trek, la entretenida nueva versión de Fright Night o su aparición en la bella y deprimente Sólo los Amantes Sobreviven de Jim Jarmusch) y manifestaba un estilo propio con una profundidad creciente en sus papeles dramáticos. Incluso, el joven actor de 27 años perteneció una etapa, como músico de otra banda de punk-rock en su vida real. Ofrecía en sus trabajos para la gran pantalla, una variedad registros que le permitían pasear por la inocencia y las raíces más reivindicativas, guiando sus pasos y mente a un éxito que crecía con cierta solvencia. Desgraciadamente, su habitación verde particular se desmoronaría por un choque accidental, después de tantos esfuerzos por traspasar la puerta del éxito.

Vacía, con los recuerdos colgados en sus paredes, como fotogramas de un filme inacabado y maldito. Pero, artísticamente hablando, el director de Green Room, resiste a cualquier desgraciada aparición no prevista, ofreciendo una de las últimas oportunidades de observar la calidad de Anton Yelchin a la hora de enfrentarse al terror y erigirse como un desafortunado superviviente. En el realismo actual de una debacle social, el actor alimenta la leyenda de los 27 caídos, estrellas en ciernes y de calidad sobrada para actuar en empresas de mayor envergadura o responsabilidad, reconocidos por el gran público. En fin, una pena.
Esta es la vida del funambulista, en delicado equilibrio sobre las marcas de un suelo movedizo y cambiante que produce la sociedad, como esa ideología que esconde el trabajo que comento aquí, también temerosa y terrorífica. Pues, en la historia del cine de terror, ésta, ha llegado mostrando diferentes y delicadas caras, por los más diversos caminos y sobrepasando los límites de lo correcto o éticamente aceptable. El miedo no tiene fronteras cuando aparecen las actuaciones más radicales o salvajes, entre los ´pacíficos`seres humanos.

El director Saulnier se aproxima a una realidad que avanza en todas las direcciones y asusta al mundo, con noticias preocupantes en cada rincón del planeta. Green Room, es la conciencia que nos habla desde una habitación cerrada, que nos introduce en un territorio desconocido, que implementa en sus círculos a cada lado de la línea, la ley del silencio o el miedo, y actúa con sus negocios como las familias mafiosas.
En este territorio furtivo y salvaje, el espacio natural se transforma en una pesadilla irrespirables condicionada por la suciedad de un club y sus acólitos, mientras una banda lucha por hacerse un hueco en el mundo discográfico o, simplemente, seguir viviendo con cierta solvencia o comodidad. A pesar de las fiestas, el consumo y una sordera incipiente, su retirada festivalera no apartará la vista curiosa, sobre una historia que no deberían presenciar, como casi siempre en estos territorios contrarios a la libre circulación de personas y motivados por negocios bastante siniestros o sucios.
Próximos o rivales, su dimensión va más allá de la ideología histórica y las pintadas sobre las paredes, de la formación de ejércitos que luchan con sus comportamientos sacrílegos, en convergencia real de un punto muy peligroso sobre nuestra conciencia racional. Porque, la sociedad queda encerrada en la suciedad, en banderas colgantes y cabellos de colores, reducida a un grupo de resistencia que permanecerá entre cuatro paredes o una Green Room devastada, por mala suerte de sus actores desafiados a un encierro sistemático o masacre, o debido a una endiablada coincidencia o curiosidad.

Al otro lado de la siniestra puerta y los gritos amenazantes, sus comportamientos están condicionados con un odio creciente, que se oculta en la oscuridad de un mundo más extremista. Una tapadera de reivindicaciones que choca con el paisaje frondoso del exterior, sobre los negocios de una región o territorio, tan premonitorio como violento. Ya que, los músicos punkies han ido buscándose la vida junto a sus llamativos (o la supervivencia), junto a sus llamativas y significativas canciones, elementos o dueños de un directo pesado y provocador, crítico y sudversivo. Si bien, la incertidumbre de su trabajo errante, les introduce en esta estancia de pintura verdosa y sangrienta, poco luminosa y con la atmósfera underground, sobrecargada y amenazante, llena de recovecos impredecibles. Aunque, lejos del carácter reivindicativo de sus letras, el movimiento político y corporativo se va transformando, simplemente, en una banda criminal. En el sentido contrario.
Consumidos por la desazón y la falta de alicientes sicotrópicos, se va desarrollando esta historia confrontada, desde un concierto que transformará su proceso creativo y, quizás, sus próximos pasos en la vida, "por ejemplo, la escena con el perro, sentados en la cuneta, es una huella representativa del futuro y la tristeza de los supervivientes a una violencia racial y programada históricamente". En el ambiente malsano y superficialmente engañoso, con sus trucos en el espacio reducido y las consecuencias increíbles para un aficionado al terror, el guion se decanta por una acción que se debate entre el suspense y el efectismo de una mandíbulas en busca de sangre de un público joven, o necesitado de manifestaciones sangrientas. Por tanto, del montaje de las escenas y la ambientación claustrofóbica, nos envuelve en el recuerdo de un Asalto a la Comisaría 13 de John Carpenter y focos de resistencia frente a alienígenas u hordas de muertos vivientes, sin vistas, en el interior de una pequeña Habitación Verde y sus desquiciados ocupantes, luchando contra las huellas del pasado.
En sus botas, Anton Yelchin, las menos conocidas de Alia Shawkat y Joe Cole, o la inglesa Imogen Poots (Noche de Miedo, Knight of Cups), Mark Webber (Scott Pillgrim contra el Mundo, Jesabelle) tratan de impedir como pueden el paso, al otro lado conformado por adultos que se levanta a la sombra de un escuadrón camuflado, en el que destacan su amigo y actor fetiche Macon Blair, Eric Edelstein (uno de los muchos y nuevos personajes en la televisiva e incipiente Twin Peaks) y, especialmente, la figura patriarcal de un Patrick Stewart, enigmático y sombrío. Un papel subversivo al que se entrega firme, por una causa ilegal de consecuencias devastadoras para todos.

Batalla por la cruda supervivencia, con la banda sonora como telón de fondo y la oscuridad mental aullando en los pasillos plagados de hordas o escuadrones de la muerte, mordiéndote el cuero en tus pies y apagando el grito en sus gargantas. Hasta convertir el verde sucio, en rojo sangre como una condecoración al mérito de unos actos mortíferos, y en el frustrado interior, se identifican sus personalidades truncadas, de uno y otro lado, aparecen las observaciones impostadas y la necesidad de proteger un negocio que se derrumbaría sobre las vidas de unos inocentes. Desde luego, el que salga de esta colección de iracundos y grafitis, no mirará igual el horizonte bajo sus pies calzados con el terror metálico.
Podría haberse tratado de un filme, sobre el alcohol de alta graduación, las sustancias ilegales y el rock&roll, sin sexo, pero, va emprendiendo un viaje siniestro y truncado, donde no queda espacio para las relaciones personales, jóvenes pasándoselo bien en circunstancias alegres, en teoría. Y así, se decanta por la anarquía de las imágenes, las mandíbulas de acero, trampas como cuchillos o balas contadas, a la espera como Sean Connery en el remoto y profundo espacio de una Atmósfera Cero, alejado de las condiciones extrapoladas a la libertad del Mount Hood National Forest de Astoria, en Oregón.

Según se desprende de la teoría política, se centra en el mercadeo y la mafia con sus inconfundibles reglas sobre el conocimiento de sus actividades. Frente a canciones premonitorias, se suceden las amenazas, golpeando carne, fracturando huesos y abriendo las arterias, a una sucesión de correrías más estereotipadas del héroe o la víctima, cuando se pierde en escenas alimentadas por una supuesta ceguera argumental o el crecimiento de tópicos como la espuma de una cerveza. Exagerados, los tiroteos buscan el efectismo barato en contra de una estructura más enfermiza, que hubiera elevado el carácter promovido en otras cintas de terror.
Aunque la realidad es suficiente aliciente, para acercarte a un agujero de inmundicia y la numantina resistencia de unos miembros seccionados del éxito, intentando salvar el propio y tatuado pellejo. El otro, la impactante seguridad y tranquilidad flemática de Mr. Stewart dirigiendo sus fuerzas de combate, para evitar el derrumbamiento de su forma extrema de vida, cruel identidad y sus negocios ilegales. Próximamente, el actor de Yorkshire pondrá la voz al Capitán en la cinta de animación Spark y una nueva entrega de Lobezno como, insistente profesor Charles Xavier.

Aparentemente, todo estaba controlado en el suspense, hasta que se extralimita en un montaje más caótico, con acciones más crueles que impactantes por su capacidad artística, y sustrayendo la raíz ideológica que quedaría en segundo término. Quizás, para no hacer más daño a este mundo impredecibles, como una especie de purga emocional y básicamente subjetiva, cuando las misiones ofrecen una hostilidad en aumento, una especie de tómbola o tiro al pato, con buenas actuaciones y cierta dosis de incredulidad por parte del seguidor del género de terror.
Por otro lado, el sufrimiento excesivo, incrementa la tensión y se deja acariciar por esos trucos hábiles y desconectados con el espacio y los tiempos cinematográficos, con el sonido y las sombras como protagonistas de nuestro miedo. Entonces, ese habitáculo manchado de sangre, mengua o crece según se aproximan las posibilidades de una fuga increíbles, tanto visual como argumental. La imaginación limitada en ambos extremos, abren un camino en falso para facilitar el seguimiento de nuevas sorpresas ocultas, que según disminuye el conteo de balas y los enemigos exhiben sus colmillos en la oscuridad, se halla un lucha más descarnada, cortante y atmosférica. Es el momento para una estética y los diálogos, que aumentan la confusión y la protección de unos valores que defienden su diversidad de pensamiento y la libertad de acción. Atrás, queda un reguero de dudas e imágenes con un fuerte impacto cultural, y voces que piden la asistencia de la policía en su defensa.

En ese territorio verdoso de Green Room, algo singularmente silenciado, el atractivo dudoso de formar parte de un movimiento, que emparenta a los amos con aquellos seres esclavizados, con los lazos de la violencia verbal y física. Algo que podría ser combatido, si quisiéramos, mediante la educación y la creación de nuevos espacios de entendimiento entre sociedades diferentes, algo terrible que se desangra en nuestro futuro como civilización inteligente... en favor de un instinto más básico que alumbra las lágrimas de la identidad, con soledad existencial o muerte.
¿Cuál de las partes enconadas, es más animal...? La de lágrimas innatas tras una batalla irreverente que nos separa más, o la que alimenta el horno del odio con carne de nuevos inocentes. Da igual, el caso es, nuestro nulo entendimiento.

A pesar de esas visiones estudiadas de combate diario y las reticencias culturales (entre los que no entendemos estos mundos contra la razón equilibrada o la convivencia), se edifican los cimientos de la actualidad diaria, en un Green Room tan ligera como sugerente, pero radicalmente impactante. Un bocado amargo, primitivo en su concepción, aunque dramático por la contemporaneidad de sus reflejos en la sociedad. Una brecha en nuestro pulso, europeo y planetario, que significa una puerta cerrada a la paz y, un sentido homenaje a un buen actor llamado Anton Yelchin.
Descanse en paz.

Green Room Soundtrack - 01 "Weapons Ready"


Los Rostros de Twin Peaks...

Cinemomio: Thank you

Las más alteradas del Cinecomio

Etiquetas

Serie TV-Scifi Serie Tv - Terror Jessica Chastain Matthew McConaughey Clint Eastwood Emma Stone Jake Gyllenhaal Serie Tv - Thriller Carey Mulligan Humor Amy Adams Chris Pine David Fincher Denis Villeneuve Ewan McGregor Hugh Jackman Mads Mikkelsen Michael Fassbender Ridley Scott Tom Cruise Tom Hanks Woody Allen Anna Kendrick Anthony Hopkins Ben Affleck Cine Documental Daniel Radcliffe Eva Green Joaquin Phoenix Keira Knightley Kristen Stewart Leonardo DiCaprio Martin Scorsese Melissa Leo Michael Caine Michelle Williams Mike Flanagan Oscar Isaac Paul Dano Peter Sarsgaard Ryan Gosling Tim Burton Tom Hardy Alan Arkin Alec Baldwin Alejandro González Iñarritu Alex de la Iglesia Andrew Garfield Anton Yelchin Antonio Banderas Anya Taylor-Joy Audrey Tautou Benedict Cumberbatch Brad Pitt Bruce Willis Bárbara Lennie Cary Fukunaga Cate Blanchett Chiwetel Ejiofor Chris Penn Chris Pratt Christopher Nolan Christopher Walken Damien Chazelle David Ayer David Cronenberg David Mackenzie David Thewlis Denzel Washington Eddie Redmayne Edward Norton Ethan Hawke Felicity Jones Frances McDormand Francis Ford Coppola Gael García Bernal Gary Oldman George Clooney Guy Pearce Harvel Keitel Helena Bonham Carter Hugh Dancy Hugo Weaving Isabelle Huppert J. K. Simmons J.J. Abrams James Gunn James McAvoy Jean Marc Vallée Jean-Pierre Jeunet Jeff Nichols Jesse Eisenberg John Cusack John Goodman John Hurt John Turturro Jonah Hill Josh Brolin Julianne Moore Juliette Binoche Kate Bosworth Kenneth Branagh Kirsten Dunst Kurt Russell M. Night Shyamalan Marion Cotillard Mark Ruffalo Martin Freeman Matthew Modine Meryl Streep Mia Wasikowska Michael Pitt Michael Shannon Miles Teller Mélanie Thierry Nacho Vigalondo Nicolas Cage Nicolas Widing Refn Olivier Assayas Paolo Sorrentino Paul Giamatti Peter Jackson Quentin Tarantino Ralph Fiennes Ricardo Darín Richard Gere Richard Jenkins Robert Zemeckis Rosamund Pike Sam Shepard Samuel L. Jackson Saoirse Ronan Scarlett Johansson Sean Penn Series Tv - Terror Seth Rogen Sienna Miller Stellan Skarsgard Steve McQueen Tilda Swinton Tim Roth Viggo Mortensen Wes Anderson William Hurt Winona Ryder Woody Harrelson Zoe Saldana 2001: A Space Odyssey A Dangerous Method A Passage to India Abel Ferrara Al Pacino Albert Finney Alexander Payne Alexandre Aja Alfonso Cuarón Alice Eve Amanda Seyfried Amour An Education Angelina Jolie Animación Animación Digital Animación Japonesa Annette Bening Armie Hammer Ava Duvernay Barbara Stanwyck Ben Foster Ben Wheatley Bennett Miller Bertrand Bonello Bertrand Tavernier Bes Foster Bill Murray Billy Bob Thornton Bradley Cooper Brie Larson Brit Marling Bryce Dallas Howard Callum Keith Rennie Carlos Vermut Carmen Ejogo Carnage Casey Affleck Channing Tatum Charlotte Gainsbourg Christina Hendricks Christoph Waltz Colin Firth Collin Farrell Damián Scifrón Dan Gilroy Daniel Monzón Darren Aronofsky David Ayelowo David Dobkin David Yates Demi Moore Denis Levant Drake Doremus Duncan Jones Ed Harris Edward Burns Elijah Wood Elizabeth McGovern Ellar Coltrane Ellen Barkin Emile Hirsch Emily Blunt Emma Thompson Emmanuelle Seigner Essie Davis Fede Alvárez Frank Capra François Cluzet Gary Ross Gavin O´Connor Gene Hackman Geoffrey Rush Giuseppe Tornatore Gracia Querejeta Greg Mottola Guillaume Sylvestre Gérard Depardieu Harvey Keitel Henry Fonda Hnos. Coen Hnos. Dardenne Hossein Amini Hugo Isabella Rosselini J. Edgar J.C. Chandor Jack Black Jacob Trambley Jacqueline Bisset Jacques Audiard James Cameron James Gray James Marsh January Jones Jared Leto Jeff Bridges Jennifer Garner Jeremy Irons Jeremy Salunier Jim Broadbent Jim Sturgess John Carney John Ford John Lee Hancock John Malkovich John Travolta Johnny Deep Jonathan Nolan Jose Sacristán Joseph Gordon-Lewitt Julia Roberts Karyn Kusama Kevin Costner Kevin Smith Kiefer Sutherland Kim Nguyen Kristen Wiig Kyle Catlett La Clase La Ola La vida de Brian Lambert Wilson Lars von Trier Laurence Fishburne Leos Carax LiLy Collins Lindsay Duncan Logan Marshall-Green Luc Besson Luis Tosar Luke Wilson Macha Grenon Marc Forster Marc Webb Mark Wahlberg Martin Sheen Mateo Gil Mathieu Amalric Matthew Broderick Meet John Doe Mel Gibson Melissa McCarthy Michael Almereyda Michael Brandt Michael Haneke Michael Keaton Michael Madsen Michael Peña Miguel Gomes Mike Cahill Mike Figgis Mike Leigh Mira Sorvino Monty Phyton Morgan Freeman Morten Tyldum Mélanie Laurent Nadine Labaki Naomi Watts Naomie Harris Nathan Lane Ned Benson Neil LaBoute Nicholas Hoult Nicholas Jerecki Nick Nolte Nourizadeh Nima Olivia Colman Olivia Wilde Olivier Marchal Omar Sy Orson Welles Paddy Considine Park Chan-wook Patricia Arquette Paul Greengrass Paul Haggis Paul Thomas Anderson Paul Verhoeven Peter Berg Peter Dinklage Peter Mulan Philip Seymour Hoffman Philippe Falardeau Preston Sturges Quvenzhané Wallis Rachel Weisz Reese Whiterspoon Ric O´Barry Richard Ayoade Richard Glatzer Richard Harris Richard Linklater Rob Marshall Robert Downey Jr. Robert Duvall Robert Eggers Robert Pattinson Robert Redford Roger Donaldson Roger Michell Roman Polanski Rose Byrne Ruben Fleischer Sam Levinson Sam Whorthington Sandra Bullock Sarah Gadon Sarah Polley Simon Curtis Simon Pegg Soledad Villamil Soul Kitchen Stanley Kubrick Staying Alive Stephen Lang Steve Buscemi Steve Carell Steven Knight Steven Soderbergh Tarsem Singh Tate Taylor Terrence Malick Terry Gilliam Thandie Newton Thomas Dekker Thomas Jane Thomas Winterberg Timothy Spall Todd Phillips Tom Dicillo Tom Ford Tom Hiddleston Tom Tykwer Tom Wilkinson Topher Grace Trailer The Wolf of Wall Street Uma Thurman Valérie Donzelli Vince Vaughn Viola Davis Yoji Yamada Yorgos Lanthimos Zachary Quinto Zoe Kazan
Licencia de Creative Commons
Obra está bajo una licencia CC en España.